Turismo en el Metaverso: ¿Revolución o complemento?

Ir de viaje de vacaciones a un lugar desconocido, aislarnos del mundo frente a un paisaje idílico, ha sido una necesidad de todos durante la pandemia de Covid-19. Esto sería distinto si en un momento como este pudiéramos satisfacer nuestras carencias de diversión de manera virtual. Incluso sin tener dinero; sólo con ponernos unas gafas de Realidad Virtual y transportarnos en pocos minutos hasta la playa más cristalina del Caribe, la montaña más alta de Europa o el más suntuoso hotel de Medio Oriente. Eso y más podría ser, en el futuro, hacer turismo en el Metaverso.

Cómo sector, ha tardado en adaptarse al mundo virtual, y ya va siendo hora de conectarlo a la realidad como el complemento ideal. Quizá nunca sustituyan unas vacaciones reales, pero primero habría que sentirlo. Es ahí donde la industria turística entra en una seria dicotomía: ¿realmente les importa entrar o no al Metaverso? Su interés fundamental es que las visitas sean en el mundo real, por lo que primero deberían explorar el virtual e interiorizar las ventajas que tendría. No se trata de dejar uno y tomar otro, sino de fusionar ambos y explotar al máximo las potencialidades de cada uno.

Imagine que se acercan sus vacaciones, quiere viajar, tiene una lista de sitios y hoteles que visitar, pero le cuesta elegir. Si con sólo entrar al Metaverso pudiera realizar tours virtuales por esos probables destinos, visitarlos en 3D y decidir cuál verdaderamente desea probar, se ahorraría varias decepciones al llegar y evitaría la sensación de haber perdido el tiempo (a menos que sea muy aventurero, en ese caso le dará igual dónde le lleve el viento). También, si es poseedor de criptomonedas, poder pagar sus vacaciones con ellas le ahorraría algunos problemas. Hacer un viaje virtual, guiado, sentir desde casa todas las sensaciones que le brindarían unas vacaciones reales, no suena cómo una utopía en estos tiempos, además, le aseguro que, de esa manera, donde quiera que vaya no se va a perder. Por último, la inmersión, estar en un lugar, localizarnos en esa realidad e incluso recibir recomendaciones, nunca estaríamos solos, ni perdidos.

Tras la estela de Barbados

Barbados podría ser el primer metadestino. El gobierno de esta pequeña y paradisíaca isla caribeña compró hace un tiempo una parcela de tierra virtual en Decentraland para desarrollar la primera embajada virtual de la historia. Con estas instalaciones, pretenden “ampliar sus misiones diplomáticas”, abriendo la puerta a una “diplomacia tecnológica que se extienda a lo cultural, prestando servicios como documentos y visados virtuales y construyendo un teletransportador que permita a los usuarios saltar a otras plataformas del metaverso”, según reconoció Gabriel Abed, embajador barbadense en Emiratos Árabes Unidos, en una entrevista concedida a Coindesk.

Lo anterior es sólo una muestra del inmenso abanico de posibilidades que se le abren al turismo con el Metaverso, de ahí que muchos expertos ya empiecen a hablar seriamente sobre el tema. Carlos Cendra, director de marketing y ventas de Mabrian (plataforma de big data para el turismo) les sugiere a los magnates de la industria “utilizar su presencia en ese mundo paralelo a modo de escaparate del destino, algo así como una web superdotada, permitiendo a la gente deambular por sus calles, echar un vistazo a los restaurantes, explorar posibles hoteles y más”. También propone a los destinos pensar en el impacto que tendría el Metaverso en la experiencia de venta y reserva, convirtiéndolos enuna oficina de turismo, un agente de viajes y un equipo de servicio al cliente todo en uno, con bots o equipos de trabajo en remoto que podrían contestar preguntas, ofrecer recomendaciones a la gente, encontrarles ofertas y resolver sus problemas en general”.

Para poder llegar a ese punto, el experto recalca que la industria del turismo “requerirá nuevas herramientas y tecnologías para monitorizar el engagement, medir su impacto en la reputación e interactuar con la audiencia. Sin duda la publicidad en Google y Facebook será aún más necesaria, al igual que una nueva mentalidad”.

Subirse al carro o arriesgarse a desaparecer como destino

Cendra aconseja que “cualquier estrategia de destino inteligente empiece a considerar todo esto y así inspirar a la gente para visitarlo y que vuelva”, e ir dando ya los primeros pasos porque como él mismo afirma, “en este mundo de realidades alternativas no hay otra opción: subirse al carro o arriesgarse a que el destino deje de existir”.

Otro experto que ha dado su opinión respecto al tema es Joan Ramón Blaya, director de programas de digitalización e innovación del CETT-UB. En Vía Empresa, asegura que en el contexto digital “el turismo puede tener una buena oportunidad para reinventarse en una nueva realidad como el Metaverso”. Para él, “quizá sea momento de aprovechar la ocasión y subir a un tren donde parece que sólo han comprado billetes de primera las grandes empresas tecnológicas del planeta” y añade: “si las empresas han sido capaces de adaptarse y ofrecer sus servicios en Internet, ¿por qué no deberían ser capaces de hacerlo ahora en el Metaverso?”.

Habrá que esperar a ver qué sucede en este mundo donde cada minuto es una vorágine de acontecimientos. Nos queda claro que, en el contexto actual, viajar sin tener que desplazarnos físicamente tendría muchas ventajas sin que signifique el fin del turismo tradicional según lo conocemos, sino un complemento, una nueva oportunidad para todos, que es en sí, lo que representa el Metaverso.

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